PRIMERA DE DOS PARTES

- Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México
- Ejemplar mujer en el ejercicio del poder
Por Patricia Álvarez Hernández
La actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México juega un papel vital dentro de la 4ta Transformación impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su entero apoyo al proyecto de nación ha sido explícito e incluso motivo de críticas, sin embargo, en lo concerniente a las problemáticas de la metrópoli a su cargo, ha sabido dirigir y enfatizar los temas con sensibilidad, determinación y autonomía.
Su formación académica y su entendimiento del mundo científico no limitaron su sentido crítico con clara perspectiva social, por el contrario, le dotaron de los elementos cuantitativos y las herramientas de análisis indispensables para dar tratamiento y solución a los problemas políticos y sociales de la capital mexicana.
Después de tres años al frente de la ciudad, Sheinbaum Pardo se erige como portavoz de los grandes derechos sociales en el país y como referente progresista por excelencia de la cuarta transformación. Su trayectoria es interesante y sus posturas políticas novedosas, pero ¿de dónde viene Claudia?

Su existencia es resultado de esos encuentros azarosos sacados de novela literaria. Sus abuelos, provenientes de Bulgaria (maternos) y de Lituania (paternos) se conocieron en México después de la Segunda Guerra Mundial.
Sus padres vivieron en Naucalpan hasta que cumplió doce años y luego se mudaron a Coyoacán, donde vivió su adolescencia y juventud temprana.
Desde su infancia y hasta los 21 años estudió ballet. Estuvo a punto de ser bailarina profesional, sin embargo se decidió por las ciencias, ingresando a la Licenciatura en Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continuando la tradición académica familiar. Su madre fue profesora emérita de la misma casa de estudios y su padre Ingeniero Químico que siempre sirvió a la industria privada. La disciplina científica estuvo presente en su hogar desde siempre pero quizá la influencia de su hermano y la de un profesor paladín del CCH, fueron las causas determinantes de su decisión (Licenciatura en física).

Durante su estancia en la Universidad se involucró en los grupos y movimientos estudiantiles, ahí conoció a su ex marido y aliado político Carlos Imaz, miembro del Consejo Estudiantil Universitario. Desde entonces visualizaba las ciencias con un enfoque social.
Estudió maestría y doctorado en Ingeniería Energética, fiel a la convicción de aplicar sus conocimientos para transformar la realidad, pero más fiel a su Alma Mater, la UNAM. Ahí se unió al equipo de Mario Molina, quien creó un grupo de científicos para estudiar la contaminación atmosférica de la Ciudad de México. Estuvo expuesta al intercambio de ideas, a la discusión y debate de problemas científicos internacionales, lo que la llevó a integrarse al Panel Intergubernamental de Cambio Climático, grupo que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2007.
Lo sorprendente de su trayectoria es que nunca descuidó su carrera política, sabiendo encontrar los tiempos y los espacios necesarios para desempeñar con éxito ambos papeles; activista y científico. Fue miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y pieza clave de la izquierda mexicana durante el largo proceso de transición democrática hasta la reciente victoria del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Sin lugar a dudas, su primera gran oportunidad fue integrarse al gabinete de AMLO en la Ciudad de México como Secretaria de Medio Ambiente (2,000). Durante su gestión se redujo un 30% la contaminación atmosférica de la ciudad y se incorporaron nuevas áreas forestales y rurales por medio de la reforestación de la zona metropolitana. Se rediseñó el sistema de transporte público urbano, incorporando la primera línea de metro bus a la ciudad. También se construyó la primer ciclo vía y se encabezaron las acciones correspondientes para construir el segundo piso del periférico, obra polémica que fue objeto de especulaciones pero sobre todo de dudas y que finalmente coordinó y concluyó con éxito.

Otro gran paso fue gobernar Tlalpan, donde fungió como alcaldesa de 2015 a 2017. Durante esa etapa sostuvo una abierta confrontación con el entonces Jefe de Gobierno, Gabriel Mancera, a quien criticó y denunció toda la administración. Las represalias fiscales no se hicieron esperar y aún con un castigado presupuesto para la alcaldía, Sheinbaum Pardo logró cumplir sus propuestas de campaña, poniendo en práctica la austeridad republicana, con la que consiguió grandes ahorros. Antes de concluir su período solicitó licencia y entregó el cargo a finales de 2017, anunciando que contendería por la Ciudad de México en los comicios de 2018.